Wednesday, October 12, 2011

Conozcan el "Barrio Italia" en Santiago de Chile



En las grandes casonas de este sector de Providencia conviven vecinos de años con otros más nuevos, que han dado un aire renovado a la zona gracias a una entretenida oferta artística, gastronómica y de diseño. Vale la pena saber más del Barrio Italia: de dónde viene y para dónde va.

Hace algunos años se viene escuchando que algo pasa en el barrio Italia, zona que incluye calles tan emblemáticas de la comuna de Providencia como Rancagua, Condell, Italia y Seminario. Sin hacer mucho ruido, nuevos locatarios han llegado a este lugar para convivir con gente de décadas en el sector.
Pedro Nolasco es uno de ellos. Con 63 años, lleva más de la mitad de su vida trabajando en la esquina de avenida Italia con Caupolicán, dedicado a la restauración de muebles y objetos antiguos. “Cuando partimos éramos un grupo de amigos ‘busquillas’, que salíamos a buscar muebles y objetos antiguos para vendérselo a los anticuarios”, relata.


Con la recesión de 1982 las ventas bajaron y tuvieron que ponerse creativos. Entonces, en vez de tener los muebles escondidos en las tiendas, los sacaron para afuera, para que la gente que pasaba pudiera tentarse con algo.
 
Y quienes no necesitaban comprar muebles, querían arreglarlos; “y nosotros por vender decíamos que sí”, cuenta don Pedro.
Pero la historia del barrio Italia no empieza ahí, sino que mucho antes. A principios del siglo XX llegaron a esta zona personas influyentes, con la idea de alejarse de lo que en ese entonces era la ciudad.

Antonio Sahady, director del Instituto de Historia y Patrimonio de la Universidad de Chile, describe el escenario como “más provinciano”: con mucho más árboles y calles más anchas que el Santiago del 1900. Todo hacía sentir que uno se acercaba más hacia lo rural, hacia el campo.


Las construcciones de la época correspondían a espacios de descanso de la aristocracia. El crecimiento de las casonas se configuró primero manzanas y luego un sector completo. Todavía es posible captar esa atmósfera un poco provinciana que se extiende hacia Ñuñoa y La Reina.
Sahady considera que con el tiempo la fisonomía de este barrio se fue gestando en función de dos hitos arquitectónicos: la Parroquia San Crescente y la casa del ex Presidente Eduardo Frei Montalva. Sin embargo, para este experto se trata de un sector de arquitectura “más bien homogénea, unitaria, que le da un valor más de conjunto que edificios aislados”.
Cien años después
Con el paso de los años, este barrio Italia tuvo la posibilidad de revitalizarse con la llegada de nuevos aires. Restaurantes, tiendas de diseño, arte e incluso educación, han llegado disimuladamente a este lugar, logrando darle una nueva cara e interesantes posibilidades.

De esta forma, hubo personas que pensaron que el barrio tenía futuro, compraron casas y se juntaron para poner tiendas de objetos modernos; “lo que es bueno porque hay variedad para toda la gente, y así tiene que ser”, destaca Nolasco.
Es interesante ver cómo este barrio ha logrado reinventarse, pero más importante aún, es que lo ha hecho manteniendo su forma original. La aparición de nuevas actividades ha implicado, hasta cierto punto, transformaciones en las construcciones para acoger nuevas funciones como comercio, arte, gastronomía, etc.
Mientras la demolición se ha vuelto cotidiana en muchas partes de nuestra capital, el desarrollo del barrio Italia ha sido muy respetuoso con la arquitectura existente. Según Sahady, esta revitalización tiene relación con el cariño por la ciudad; “en la medida que haya gente que reconozca que existen lugares de interés que le resultan gratos para vivir, para recorrer, para disfrutar, creo que se van a ir protegiendo de forma natural”, explica.
Otro elemento positivo de este nuevo aire del barrio es que, hasta ahora, la llegada de nuevas caras no ha sido una experiencia traumática: “se trata de actividades que son absolutamente compatibles; más bien contenidas, donde no hay grandes desbordes ni disonancias con lo que es la vida tranquila de quienes viven ahí”, explica Sahady.

Sin embargo, el arribo indiscriminado de proyectos inmobiliarios nuevos puede cambiar el panorama si no se toman las medidas del caso. El experto explica: “si un contingente humano importante aparece de golpe, luego el automóvil se vuelve un protagonista y cambia la escala”.
Por lo pronto, don Pedro Nolasco está tranquilo y cree firmemente que este es un barrio que tiró para arriba y que “todo lo que viene va a ser mejor”. En definitiva, un lugar lleno de historia que promete seguir dando de qué hablar.

Fotos: Gabriel Garay O., Barrio Italia ®

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